Si eres de las que suelen subestimar sus talentos y habilidades, esto es para ti. Recuerda que tú puedes convertirte en tu peor enemigo, perder grandes oportunidades de crecimiento y estancarte por tus miedos.
Deja todo lo negativo ahora mismo, tienes que empezar a construir nuevos hábitos y trabajar en las cosas que en un futuro te recompensarán.
Te compartimos 5 hábitos destructivos que debes DEJAR DE HACER:
1. No creer en ti: Este es el más importante de todos. Si no crees en ti ¿quién lo hará? La voz interna es una fuerza muy poderosa, ya sea de forma negativa o positiva. Si tú misma dices “no estoy lista para la promoción” o “no tengo la aptitud para ser jefe”, no alcanzarás el potencial suficiente.
2. Copias a los demás: Tú eres única y tienes algo que los demás no. Mejor destaca tus virtudes y nunca pienses que lo que ofreces es insignificante o que debes copiar el estilo de alguien más para hacer las cosas. Todo lo que te hace única debe destacar en tu personalidad. ¡Demuéstrale al mundo de lo que eres capaz y sé tú misma!
3. Te importan las demás opiniones: No te tomes todo tan personal, recuerda que nadie es perfecto y si tienes errores, aprende de ellos para mejorar. No dejes que las opiniones de otras personas influyan por encima de las tuyas y mucho menos, cometas el error de cambiar tu personalidad por una que quieren ver los demás.
4. Te comparas: ¡Tienes que dejar hacerlo! ¿por qué te comparas? Cuando mantienes la realidad compleja de tu vida comparada con todo lo superficial que ves de otra persona es fácil sentirse menos. Si quieres compararte con alguien más, mira a quienes tienen menos y se encuentran luchando por sus sueños. Debes estar agradecida por todas las ventajas, logros y bendiciones que tú tienes.
5. Dejas de ser curioso: La curiosidad nos lleva a hacer grandes cosas e incluso es una forma indirecta de retarnos. Siempre mantén tu mente activa al cuestionar todo lo que ves.
Y uno extra:
Desestimas los elogios: Si te felicitan ¡Agradece y felicítate al triple! Acepta todos los cumplidos que te hagan, ¿por qué si otros ven tus logros tú no? Es aquí donde volvemos al punto 1… ¡Cree en ti! Además aceptar elogios de vez en cuando no te hace una persona egocéntrica.