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Recordar que una relación se construye día a día es fundamental para mantener una relación de pareja; y el esfuerzo puede ser mayor cuando ambos tienen ocupaciones que demandan gran parte de su tiempo.

Por ello, la adecuada dedicación que se tengan el uno al otro, así como el respeto mutuo por el espacio personal de cada uno, contribuirá favorablemente en la solidificación de la relación. El bienestar de la misma es responsabilidad de ambos.

Con información de expertos en el tema, al igual que consejos de la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), aquí te dejamos 7 consejos que pueden ayudarte a nutrir una relación sana y sólida con tu pareja, aún cuando ambos trabajan:

1. Sí o sí. Hacer tiempo suficiente para compartir en pareja.

Quizás te preguntes, ¿pero no hablábamos de parejas ocupadas? Lamento que sea algo contradictorio el punto número uno, pero debes considerar que la única persona que puede defender y administrar el crédito de horas, que tiene en su banco de vida, eres tú misma. Y si realmente una relación te importa, el compartir es indispensable, y eso incluye, antes que nada, el tiempo.

Agenden tiempo para disfrutar de cosas que puedan ayudarles a disminuir las tensiones que vivieron durante el día o a lo largo de la semana. No es tan complicado, incluso cosas sencillas en las que ambos puedan distraerse, relajarse o descansar en compañía, alimentan la presencia y el sentido de su relación.

2. Compartan una comida, al menos una vez al día o entre semana.

En el caso de aquellas parejas que no vivan juntas y que sus trabajos u horarios son totalmente opuestos, pueden programar una comida, desayuno o cena un día a la semana para olvidarse de la rutina diaria que implica el trabajo. Aquellos que vivan juntos, hagan un esfuerzo por hacer coincidir su comida o cena uno con el otro, durante ese pequeño momento en común que tienen al encontrarse.

3. Promover la comunicación para temas importantes

Si eres una workaholic, así como agendas tus citas profesionales también debes darle espacio a “citas” con tu pareja donde se puedan tratar temas importantes, además de involucrarlo en situaciones, por ejemplo: de tipo laboral, que puedan implicar cambios y permitirle a tu pareja participar de las decisiones.

4. No conviertas a tu pareja en la receptora de tus frustraciones o conflictos derivados del trabajo.

Si bien la pareja puede representar tu apoyo primordial y con quien puedes sacar todos tus enojos y conflictos, esto no quiere decir que debas desquitarte con ella cuando estés estresada o molesta. Sacar tu enojo es compartir como te sientes más no agregar a tu pareja en la lista de tus enemigos o quejas, en ese momento.

5. Mantente atento en tu relación.

Identificar cuando las condiciones laborales repercuten o pueden repercutir en la pareja es de suma importancia, de esta manera estarás siempre un paso adelante para evitar que el vinculo se deteriore por otorgar o asumir cargas que no le correspondan a alguno de los dos.

6. Dividanse las tareas del hogar de manera equitativa.

Para las parejas que viven bajo el mismo techo, deben platicarse, repartirse y asumirse las responsabilidades de dichas tareas para que éstas se cumplan; esto, con la finalidad de evitar discusiones innecesarias que añadan hostilidad o sumen estrés entre ustedes.

7. No importa que tan poco emotiva puedas ser… Los detalles importan.

Ser detallista no significa ser cursi si no quieres serlo, pero cuando el tiempo o la distancia los favorece, dejar notas de vez en cuando donde tu pareja pueda encontrarlas, como el refrigerador, el lunch o la ropa, le ayudará a recordarle a esa persona cuánto te importa y que te preocupas por ella.

O si lo prefieres, de la misma manera puedes enviarle un correo electrónico, un mensaje de texto o hacerle una llamada a lo largo del día, lo que no estaría de más.

No hay fórmulas mágicas, pero seguir buenos consejos y poner de tu parte, seguro hará que una relación tenga más posibilidades de sobrevivir. La voluntad depende de ti y de tu pareja.

Fuentes: Varias / Texto: BHR

 

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