La pandemia a causa del coronavirus ha desencadenado una serie de problemas en la sociedad, hasta en el ámbito sexual.
Es por ello que Mireya A. Reyes Quiróz, psicóloga y sexóloga, miembro activo de la World Association for Sexual Health (WAS), explica de qué manera afecta el coronavirus en la vida sexual.
Se ha comprobado que el coronavirus se transmite por gotículas expulsadas al estornudar o toser, por lo que compartir el mismo espacio que una persona infectada por la enfermedad, aumenta el riesgo de contagio.
Sin embargo, en términos sexuales no se tienen datos si las secreciones vaginales o en la eyaculación pueda estar presente el virus, sin embargo, se ha confirmado que sí está presente en las heces de las personas, por lo que definitivamente la práctica del sexo anal podría ser un factor de riesgo para el contagio, de acuerdo con la especialista.
Al respecto, la Academia Internacional de Sexología Médica (AISM), está realizando un estudio que muestre los cambios generados por el confinamiento del virus en la sexualidad y con ello puedan proponer estrategias asertivas para liderar con las repercusiones presentes y futuras de esta situación.
Hasta el momento, las afectaciones del coronavirus en la sexualidad se deben a causas psicológicas, ya que las personas están pasando por una etapa de angustia lo cual puede generar depresión y ansiedad, y esto a su vez disminuye el deseo sexual, de acuerdo con Reyes.
Las recomendaciones de la especialista son que la interacción sexual se dé únicamente con la pareja con la que se vive, y ambos deben tener en consideración las recomendaciones de higiene como el correcto lavado de manos, evitar tocarse la cara, limpiar y desinfectar los objetos de alto contacto como muebles y pantallas táctiles, entre otros.
En caso de no tener una pareja, lo mejor es la abstención de relaciones sexuales o evitar los encuentros eventuales, porque el riesgo de contagio puede ser muy alto.
Tampoco es recomendable tener relaciones sexuales con una persona que esté infectada, porque aumenta el riesgo con el simple contacto o cercanía; además no se ha demostrado que usar algún método conceptivo o bañarse después del contacto con una persona con Covid-19 disminuya el riesgo.