Con 10 años de edad y un gran talento para la ilustración, Noko Nishigaki, se ha convertido en una de las tatuadoras más jóvenes del mundo.
Su camino dentro del mundo del tatuaje comenzó cuando tenía 8 años, cuando su padre, el tatuador japonés Gakkin, le dio un pequeño trozo de piel de silicona para que dibujara. En ese momento salió a relucir el gran talento de la pequeña y es así que continuó plasmando su imaginación.
Generalmente Noko hace diseños basados en naturaleza, sobre todo se dedica a retratar aves; de hecho su primer tatuaje fue un gorrión que era su mascota y se lo hizo a su papá.
Por el momento, la pequeña no cobra por sus servicios, pues asegura que aún es una aprendiz. Su trabajo se ha hecho tan popular en redes sociales, que al momento en el que se escribe este texto, ella acumula 34 mil 900 seguidores en Instagram.