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Ayunar es para el cuerpo, lo mismo que dejar sin gasolina un automóvil. Nuestro cerebro es el centro de mando y para desarrollar su trabajo requiere combustible, ya que funciona con la glucosa (azúcar en la sangre) que se obtiene, principalmente, con el primer alimento del día.

Dejar de comer por más de seis horas cuando se está despierto, puede considerarse ayuno, y esto puede suceder en cualquier momento del día, aunque se identifica más con la omisión del desayuno.

Para realizar cualquier función o acción de nuestro organismo se requiere de energía, por lo que, abstenerse voluntariamente de ingerir alimentos, ya sea por las prisas de llegar al trabajo o a la escuela; por querer perder peso; por temas religiosos o cualquier otra razón, impide que ésta se pueda obtener.

Mujeres, hombres y niños que ayunan de manera constante y por tiempo prolongado acarrea daños a la salud como:

-Gastritis

-Mareos frecuentes

-Fatiga innecesaria

-Falta de concentración

-Mala memoria

-Sobrepeso

-Y diabetes

 

Al saltarse el desayuno, el cuerpo empieza a consumir la glucosa que el cerebro necesita y si esta práctica es constante puede haber daño neuronal irreversible.

“En niños puede haber una dificultad en procesos cognitivos como el aprendizaje, entonces es posible encontrarnos niños que van sin desayunar a la escuela y tienen problemas en ella”, indicó el nutriólogo Salvador Ortiz Gutiérrez del Hospital Juárez de México.

Con los adultos, también puede haber dificultades al realizar operaciones muy concretas, como por ejemplo, conducir un automóvil,

Hay 3 razones principales por las que las personas omiten el desayuno poniendo en riesgo su salud:

  1. Ir tarde para el trabajo o escuela
  2. La inapetencia (sobre todo matutina)
  3. El deseo de bajar de peso

“Hay muchos estudios que han demostrado que la omisión del primer alimento del día y también de horarios en la estructura para el resto de los alimentos aumenta el riesgo de obesidad, de hipertensión y diabetes”, indicó Carlos Alberto Aguilar Salinas, coordinador de la Unidad de Investigaciones Metabólicas del INCMNSZ.

En cuanto a gastritis, esta se desarrolla debido a que el ácido gástrico irrita en forma directa al estómago, al no recibir alimentos.

Sobre la ganancia de peso, detalló que de nada vale saltarse el desayuno, pues a causa de la falta de control de la saciedad, el organismo hambriento absorbe todo lo que puede cuando se presenta su primer alimento después de un ayuno prolongado.

Los especialistas resaltan la necesidad de tener horarios regulares para la ingesta de alimentos, pero sobre todo elegir comida natural y evitar productos muy procesados y empaquetados, pues contienen altas cantidades de azúcar y sodio que pueden llevar a la diabetes y a la hipertensión arterial, así como al sobrepeso.

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