“Mi intención nunca fue incubarme, sólo quería dar una solución y sin querer formé una empresa” – Elizabeth Nava
Elizabeth Nava, era estudiante de mercadotecnia en el Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.
Interpuso una queja con las autoridades de la institución, pues notó que utilizaban contenedores de unicel y que el botón automático de los baños gastaba bastante agua. Las autoridades le pidieron que realizara una propuesta para atender el problema.
Elizabeth es la fundadora y directora de Entelequia, la empresa comercializadora de productos biodegradables que busca tener un impacto ecológico; sus productos están hechos con materiales naturales como fécula de maíz, caña de azúcar, residuos de cebada y PLA traslúcido, cuenta con más de 150 productos, los que más destacan son los recipientes de comida resistente al microondas, popotes, bolsas, recipientes para llevar, higiénicos, accesorios y vasos para bebidas frías y calientes.
Entelequia proviene de una corriente filosófica aristotélica que significa que el fin está en sí mismo. “Lo que haces, solito te lleva al fin que deseas sin tener que hacer nada más e incluye la perfección. No es que seamos perfectos pero creemos que se pueden hacer empresas verdes rentables”.