La experiencia de trabajo es un problema recurrente en las empresas, más allá de la carga laboral, es común escuchar a empleados inconformes por la manera en la que son tratados y cómo se sienten en general dentro de su empleo.
Se trata de un punto urgente a atender pues, una buena de experiencia de trabajo da como resultado retención de talento, trabajadores comprometidos y con altos índices de productividad e impulso al negocio.
¿Cómo se compone la experiencia de trabajo?
De acuerdo con Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de Citrix para Latinoamérica y El Caribe, la experiencia personal se compone por tres aspectos:
- ¿Dónde trabajas?
- ¿Cómo trabajas?
- ¿Por qué trabajas?
«Entender y trabajar sobre estos puntos es lo que toda empresa debe hacer, o al menos el punto de partida, para comenzar a crear una experiencia de trabajo renovada», señala Jiménez.
En este sentido, expone algunos puntos que son fundamentales para comenzar a renovar este aspecto en una compañía:
Los cubículos no funcionan y los espacios abiertos tampoco
Esto se refiere a que las empresas no están conformadas sólo por espacios físicos. De hecho, ahora más que nunca, las organizaciones deben trabajar en crear espacios digitales para que su equipo pueda desempeñar sus labores desde cualquier lugar. Ojo, estos espacios tampoco pueden ser iguales para todos, la idea es que el colaborador encuentre inspiración y se sienta empoderado.
Como en todo lo que nos rodea actualmente, esto se trata de personalización. Los espacios deben dar la libertad de elegir y llevar el potencial de las personas a un nuevo nivel, reduciendo la necesidad de esfuerzo para adaptarse a un contexto poco favorecedor.
Eliminar el ruido para centrarse en el trabajo real
La vida de cualquier empleado implica conectarse en múltiples aplicaciones, perder un 20% del tiempo en buscar la información que necesitamos para trabajar, autorizar pagos, vacaciones, entre otros y seguir procesos internos repetitivos. Estas acciones, muchas veces ligadas a la tecnología, matan nuestra creatividad al ser una distracción constante. De hecho, se calcula que sufrimos mil 100 interrupciones al día o cada dos minutos.
Sin embargo, la tecnología adecuada puede ayudarnos a mejorar nuestra interacción con esas actividades que no son nuestro foco para que podamos concentrarnos en lo que realmente importa, en el trabajo real para el que fuimos contratados. La forma en la que trabajamos está evolucionando de la mano de tecnologías que ponen al empleado y sus necesidades en el centro de la escena.
Se trata de crear espacios de trabajo que fluyan en oposición a aquellos que ponen trabas a nuestra creatividad y consumen nuestro tiempo.
Cultura de confianza, autonomía y espacio para dar forma a los valores de la empresa
Una vez que tenemos ese empleo que nos gusta, sumado a un buen salario, nos daremos cuenta que también elegimos trabajar en un lugar por otras razones y una de ellas es la cultura de la empresa. La cultura es una parte importante de la experiencia de trabajo; en tiempos de movilidad crear una cultura de confianza es fundamental.
Se trata de darle autonomía al staff y trabajar en liderazgos que dejen atrás la necesidad de tener a los empleados a la vista. También es importante aportarles actividades que contribuyan a su crecimiento, como capacitaciones, entrenamientos. Y también actividades que fomenten el trabajo en equipo tanto presencial como virtual. Todo esto es clave a la hora de retener talentos, sobre todo si hablamos de las nuevas generaciones ya que un estudio de Deloitte estima que los millennials duran un promedio de 5 años en una misma empresa y los centennials sólo 8 meses.
