Nació en Ciudad de México, 4 de marzo de 1893 y falleció el 23 de noviembre de 1985.
Fue hija del famoso ingeniero Joaquín de Mendizábal y Tamborrel (1852-1926), quien la cobijó y motivó para estudiar. “Parte del éxito de Mendizábal fue su núcleo familiar; tuvo un padre visionario, ingeniero también, y graduado de la misma escuela. Con su apoyo y la inspiración para dedicarse a lo mismo que él, esta chica por fortuna arropada, consiguió lo inédito en un país por demás machista».
De 1913 a 1917, Concepción cursó la educación básica e ingresó en la Normal para Maestras de la capital, inscribiéndose, posteriormente, a los cursos de matemáticas superiores impartidos en la Escuela de Altos Estudios.
En 1921, la Escuela Nacional de Ingenieros contaba con tan sólo cuatro mujeres, de las cuales ni siquiera Concepción se había graduado, ya que, al no poseer certificado de bachillerato, su registro académico se hizo en calidad de oyente. No fue sino hasta 1926 cuando consiguió regularizar su situación académica, obteniendo el pase definitivo e inscribiéndose a los cursos de ingeniería civil, suceso que se vio eclipsado con la muerte de su padre ese mismo año. A pesar de ello, no fue un obstáculo para Concepción, pues terminó la carrera en 1927.
Así, en enero de 1930, solicitó fecha de examen profesional, el cual fue programado para el 11 de febrero del mismo año en el salón de Solemnidades de la Facultad de Ingeniería, obteniendo el título de ingeniera civil al sustentar el examen con su tesis: Proyecto de una torre elevada de concreto armado para 300 m3 de agua, de 20 metros de alto con un mirador en la parte superior; desarrollando los principales detalles de la construcción. En el acta del examen se afirma que Concepción fue la primera ingeniera: «Hacemos constar que la Srita. Mendizábal es la primera mujer que en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional ha obtenido el título de Ingeniera Civil”.
Además de su tesis, Mendizábal entregó su Memoria de las Prácticas que realizó como estudiante de la ENI, como se usaba antes de la reforma académica que se dio en la Universidad al conseguir su autonomía en 1929. Ella realizó prácticas de materiales en el Laboratorio de Ensayos de Materiales de la Escuela y en el de la Comisión Nacional de Caminos.
“La primera Ingeniera Civil, que además fue admirada por su inteligencia por parte de sus maestros, fue un inicio de otra perspectiva; pese a los ojos de la sociedad clavados en su decisión, su claridad fue el utensilio poderoso para hacerse camino.”