La mezzosoprano, actriz, escritora y activista en derechos de género, Luz Vizcarra, elevó la voz en el Museo de la Mujer, la noche de este 31 de octubre, para ofrecer el recital “Pasión Rossiniana” , acompañada por la pianista Sara Vélez Xicoténcatl.
Antes de subir al escenario para dar inicio a este concierto, enmarcado en la agenda de “Noche de Museos”, la mezzosoprano declaró que todos en su ámbito hacen una labor social y política, y a ella le gusta hablar de temas de género desde la perspectiva de la ópera.
Por ello, dedicó el concierto a todas esas personas que partieron de este mundo por causas desafortunadas, pero también a las mujeres que con su quehacer cotidiano hacen la diferencia. Siendo su madre y hermana tanatólogas, le inspira el hablar del dolor y de la esperanza, “porque siempre que hay un gran dolor, hay una gran esperanza”.
Al tiempo y en torno a las fiestas de día de muertos, mencionó que esa era su particular manera de decirle adiós “a todos los que se nos han adelantado en el camino hacia la eternidad”.
La intérprete internacional de ópera se encuentra emocionada, ya que el próximo15 de noviembre próximo tendrá el lanzamiento mundial de su disco homónimo a través de las plataformas digitales; y calificó su “Pasión Rossiniana” como un concierto: “lleno de magia y reflexión, porque tristemente en este país diariamente mueren siete mujeres, y seis más por crímenes de odio por sus preferencias sexuales”.
Con 12 años ininterrumpidos cantando ópera profesionalmente, Vizcarra ha dado vida a una relación sui géneris con el público; le gusta cruzar la cuarta pared, trata de apegarse al programa y hace participar a la gente. “Con preguntas cotidianas de amor, desamor y otros aspectos de la vida humana, he logrado conectar rápidamente con la audiencia”.
Y claro que sabe y le gusta conectar con la gente. La mezzosoprano tiene una pasión por el canto y la ópera que combina con su alma activista preocupada por el bienestar y la inclusión. Ello lo demuestra en que, sin importar que en su historial destaquen conciertos tanto en México como en el extranjero, canta lo mismo en Bellas Artes que en el metro de la Ciudad de México, porque busca ofrecer el regalo de la música a “donde va gente que no tiene mucho contacto con la ópera”.
“Vivimos en un clima de desigualdad y desinformación”, concluyó la intérprete.
Fuente: Notimex, Edición: BHR