El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso. Una detección temprana es fundamental para reducir la mortalidad.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), uno de cada tres cánceres diagnosticado cada año a nivel global es cáncer de piel, ya que se diagnostican entre 2 y 3 millones de casos en el mundo al año. De ellos, solo el 1% son melanoma, el tipo de cáncer de piel más peligroso y responsable del 90% de las muertes por la enfermedad.
Aunque habitualmente el melanoma queda limitado a la piel, hay ocasiones en las que puede desarrollar metástasis y llegar a órganos internos.
Por eso, un diagnóstico precoz es fundamental para reducir el riesgo de metástasis y de mortalidad.
Recuerda que la principal causa del cáncer en la piel es la excesiva exposición al sol.
¿Si tengo un lunar, me debo preocupar?
Los lunares son tumores benignos resultantes de la acumulación de melanocitos, las células que le dan color a la piel.
Y aunque la mayoría no presenta ningún problema y pueden aumentar de tamaño, número o pigmentación de forma natural, sí hay algunos cambios en tus lunares a los que debes revisar.
Se trata de realizar una autoexploración de tu piel que puede tomarte unos minutos y ayuda a la detección temprana del cáncer de piel.
Las 5 señales de cambio que debes buscar son conocidas como la regla ABCDE:
- Asimetría: un lunar que, cuando se divide a la mitad, tiene una forma irregular.
- Bordes: un lunar con bordes que están poco definidos o son irregulares.
- Color: cuando un lunar no presenta un color homogéneo.
- Diámetro: un lunar con un diámetro superior a seis milímetros.
- Evolución: cambios en la forma, color relieve o síntomas (como picor, dolor o sangrado) de un lunar.
Si ves alguna de las señales de advertencia, no lo pases por alto y acude a un médico especialista en enfermedades de la piel.
¿Cómo protegerte?
Cerca del 90% de los cánceres de piel están asociados con la exposición a la radiación ultravioleta (UV).
Seguir unos consejos básicos de la OMS puede ayudarte a prevenirlo:
- Evitar exponerse al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Evitar los salones de bronceado.
- Utilizar un protector solar todos los días con un factor de protección solar (FPS) de 15 como mínimo. Aplícalo en todo el cuerpo 30 minutos antes de salir y vuelve a aplicarlo cada 2 horas.
- Usar sombrero y gafas de sol con protector para rayos UV.
- Mantener a los recién nacidos alejados del sol. Los protectores solares deben ser utilizados en bebés mayores de seis meses.
- Examinar la piel de cabeza a pies cada mes.
- Consultar a un médico cada año para un examen profesional de la piel.
Recuerda que ante cualquier cambio, acude a un especialista.