En México hay pocos expertos en el tratamiento para evitar el deterioro y la falta de movilidad en el brazo del lado en que se aplicó la mastectomía o extirpación de la glándula mamaria o parte de ella, aseguró Sofía Elena Pérez Zumano, profesora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el marco de la séptima edición de la Fiesta de las Ciencias y Humanidades, Pérez Zumano comentó que cuando se quitan ganglios linfáticos la linfa no tiene vías por donde pasar pues hay una obstrucción, por lo que busca otro camino.
Cuando ese proceso sobrepasa la capacidad corporal y no encuentra esas vías el brazo se hincha, añadió la académica, quien destacó la importancia del sistema linfático como parte del sistema circulatorio e inmunológico.
La doctora en Ciencias de la Enfermería detalló que el tratamiento para la paciente con linfedema consiste en el cuidado de la piel para posteriormente aplicar un drenaje linfático manual que debe realizar el especialista, pues es el único que sabe que el drenado debe ser superficial, a determinado ritmo, dirección y presión y dirigido a las vías donde corre la linfa.
Al concluir ese tratamiento intensivo pasa a fase de mantenimiento en la que el paciente va a consultas cada vez más espaciadas. Cuando se le deja de aplicar el vendaje especial se deberá utilizar una manga de compresión de tejido especial y plano para mantener el adecuado volumen del brazo.
México necesita profesionales certificados en el tratamiento para evitar la presencia de linfedema u obstrucción del sistema circulatorio e inmunológico en quienes se les retiró un seno y ganglios por cáncer de mama, concluyó la especialista Pérez Zumano.