En el mundo circulan cerca de mil 500 millones de automóviles. En la última década, varios organismos como el Inegi o el Instituto Politécnico de Madrid han realizado estudios comparativos respecto a hombres y mujeres detrás del volante. Hasta el momento los resultados coinciden y parece ser que ellas se desempeñan de manera ejemplar en esta actividad.
Existe la falsa idea de que las mujeres no son buenas manejando, sin embargo el 80% de los percances automovilísticos son ocasionados por hombres; en el caso de México son ellos los que reciben más infracciones, principalmente por exceso de velocidad y por estacionarse en lugares prohibidos.
Con respecto al alcoholímetro, los números tampoco son favorables para los hombres, pues abarcan un aproximado al 90% de los casos positivos. Lo mismo pasa con el uso del cinturón de seguridad, donde el 54% de ellas lo utilizan contra el 48% de hombres que lo hacen.
Otro dato significativo, al menos en Reino Unido, es que los seguros de autos cuestan menos si eres mujer, por lo que podemos deducir que ellas cometen menos accidentes de tránsito. Está comprobado biológicamente que los hombres poseen un mejor manejo del espacio, así como desarrollan habilidades motoras básicas para manejar desde temprana edad; de igual forma, se sabe que las mujeres practican un 20% más que ellos. Esto, por sí sólo, no es representativo; no obstante, si le sumamos el cumplimiento de las normas y la precaución, así como otras ventajas neuronales, podemos afirmar que las mujeres cuentan con herramientas más que útiles para manejar de gran forma.
La mujer, por su parte presenta más conciencia al momento de conducir, sino que sus cantidades de estrógeno le llevan a ser más precavida y, por si fuera poco, el alto grado de esta hormona tiene que ver con los niveles de atención. Aún se encuentre realizando otra acción, una mujer es capaz de no distraerse del camino mientras conduce.
Otro dato a destacar es la memoria: las mujeres, debido a su número mayor de conexiones en el hemisferio derecho, tienden a recordar con facilidad la señalética y los obstáculos del camino (baches, topes y demás), habilidad que ayuda mucho al momento de transitar con un vehículo.
