Por: Raquel Macias*
En México sólo el 9% de las niñas muestra interés por estudiar alguna carrera STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) debemos tomar acciones al respecto. Esto no sólo es un tema de género, sino de competitividad en el país.
Vivimos en una transformación constante y las habilidades necesarias en el ambiente laboral evolucionan al ritmo de la tecnología. Los empleos de hoy en día requieren conocimientos en temas como Big Data; Internet de las Cosas; Machine Learning; nube; realidad virtual, Blockchain y tantos otros, que la oferta de talento no satisface la demanda.
Al ser una mujer en el sector tecnológico, tengo la doble responsabilidad de fomentar el desarrollo de las mujeres en la industria. Por una parte, generar oportunidades de crecimiento para las mujeres que ya son parte del sector; y por otro, alentar a las siguientes generaciones para que más niñas y jóvenes vean nuestro sector como una vía para su empoderamiento social y económico.
Es repetitivo, pero no deja de ser alarmante que como sociedad sigamos sujetos a los estereotipos y roles que corresponden a “hombres” y “mujeres”, y limitemos la imaginación e interés de una persona a ciertos perfiles profesionales.
La falta de modelos y roles a seguir es una de las principales razones que impiden que más niñas encuentren motivación para incursionar en carreras STEM. Es sabido que el ser humano aprende imitando y si bien es cierto que tenemos la capacidad de decidir qué hacemos con el conocimiento adquirido, también es cierto que hay más probabilidades de romper paradigmas y tener mujeres en STEM si hay acceso a esas referencias.
Este es un tema que incluso ciertas marcas y organismos ya están atendiendo. Por ejemplo, Barbie lanzó el mes pasado una colección inspirada en mujeres como Mariana Costa, emprendedora y fundadora de Laboratoria, una startup social que fomenta la incursión de las mujeres en el sector tecnológico. De igual forma encontramos a la mexicana Karla Wheelock, primera alpinista iberoamericana en escalar las siete cumbres más altas del mundo.
Iniciativas como esta son indispensables para repensar el futuro que queremos para México; sin embargo, la tarea no termina aquí. En el marco del Día Internacional de las Niñas en las TIC (25 de abril) además de reflexionar sobre nuestra tarea personal como “ciudadanos corporativos” pensemos cuál es la responsabilidad que tenemos como compañía. A continuación, algunas reflexiones:
Promover modelos cercanos
Campañas como las de Nike y Serena Williams son un gran ejemplo aspiracional y masivo, pero ¿dónde está el ejemplo de mi compañera de al lado? ¿dónde está el ejemplo de mi hermana, amiga, madre y colegas de escuela y trabajo? Las compañías debemos buscar en nuestras mismas oficinas y aplaudir los logros que alcanzamos y promoverlos. El ejemplo empieza en casa.
Fomentar acciones afirmativas
En una estructura establecida, donde lo más fácil es repetir las fórmulas existentes, debemos generar el cambio de forma intencional, consciente. Con esta finalidad surgen iniciativas como Voz Experta, cuyo objetivo es dar visibilidad a expertas en sectores estratégicos predominantemente masculinos.
Desde mi experiencia puedo decir que esto es posible, y con orgullo comparto lo que hizo la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) donde impulsamos acciones afirmativas para garantizar la inclusión de las mujeres de este sector. En las TIC no es la excepción, tenemos muchas y mi compromiso es garantizar espacios para su participación.
Establecer redes de apoyo: #valedores
Nuestros éxitos y lecciones aprendidas (exacto, no “fracasos”) pueden ser fuente de conocimiento para más personas y las redes de apoyo son el escenario ideal para compartirlas. A nivel profesional, contar con una estructura de networking es clave para el desarrollo. Estas redes deben ser holísticas, permitiendo tender la mano a nuestros colegas; reconocer a nuestro equipo de trabajo, y ser apoyados e inspirados por personas, mentores y sponsors¸ que ya hayan recorrido el camino que nosotros quisiéramos explorar. Ellos son nuestros #valedores.