Te entendemos, a veces pudiera parecer que tus ingresos no son suficientes y que es imposible llevar una vida financiera saludable, o que nunca podrás ahorrar para comprarte eso que tanto has querido desde hace tiempo. Pedro, ¿sabes qué? Son sólo cosas que están en tu mente, porque, ¡claro que es posible! Siempre y cuando lleves un registro de tus ingresos, gastos, y sea consciente de que administrar tu dinero llevará tiempo y ciertos sacrificios que, a la larga, te ayudarán a ver la luz al final de túnel. Aquí te va nuestra regla para administras exitosamente tu presupuesto: regla
50% regla
El 50% (o la mitad) de tus ingresos, puedes ser destinados a cubrir tus gastos regulares, pero sin excederte de ese límite.
Los gastos regulares, o fijos, son:
- Alimentación
- Vivienda
- Salud
- Educación
- Gastos hipotecarios / renta
40%
Puedes destinar máximo el 40% (un poco menos de la mitad) de tus ingresos a tus gastos variables.
Todos los gastos en esta categoría son decisiones de consumo, por ejemplo:
- Restaurantes
- Ropa
- Paseos
- Entretenimiento…
¡OJO! Aquí van todos los gastos en tarjeta de crédito y otras deudas de consumo (menos hipoteca, recuerda que este gasto forma parte de nuestro 50%) Te darás cuenta que este 40% reflejará el nivel de consumo que tienes.
10%
Deberás destinar mínimo 10% de tus ingresos a metas financieras de ahorro, si es posible, un 15% o hasta 20% cada mes. Es importante que este dinero no lo guardes en un cajón o debajo de tu colchón, mételo a una cuenta de ahorro que a la larga te reditúe un porcentaje del dinero que tengas guardado. Consulta con las entidades financieras las opciones disponibles y decide en cuál te conviene más tener tu dinero.
Ahora ya sabes cómo administrar tu dinero para que no llegues a la bancarrota al final del mes. ¡Sólo es cuestión de decidirte y comenzar a seguir esta regla! Los dos últimos porcentajes siempre podrán cambiar, de modo que gastes menos y ahorres más.
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