La Unicef señala que uno de cada tres niños y niñas en Haití necesita ayuda humanitaria debido a la violencia y la pandemia
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calificó a la situación que se vive en Haití como «la peor crisis humana de los últimos años». El organismo advirtió que uno de los grupos más afectados es el de los niños, entre los que crece la malnutrición, así como su integración a pandillas armadas.
De acuerdo con cifras oficiales, el 46% de la población del país vive en situación de inseguridad alimentaria. Unicef señala que durante los tres primeros meses de 2021, el número de niñas y niños con desnutrición se elevó un 26% respecto al mismo periodo de 2020.
Por supuesto, el aumento en las cifras está ligado a la pandemia. Antes de la crisis sanitaria, Haití ya era el país más pobre de América y su situación general era compleja, sin embargo, la llegada del COVID-19 ha venido a agudizar «aún más las necesidades humanitarias de las personas, que perdieron sus trabajos, y de niños que perdieron acceso a las cantinas escolares, a los alimentos», según explicó Laurent Duvillier, jefe regional de Comunicaciones de Unicef.
Además, Haití es el único país de América que no ha recibido «ni una sola dosis de vacuna anticovid», algo que Duvillier calificó como «totalmente inaceptable y peligroso». En entrevista con la agencia de noticias EFE, el jefe regional subrayó que esta crisis humanitaria golpea con más fuerza a niñas, niños y mujeres.
«Vemos que están aumentando los casos de malnutrición severa y aguda y de niños que necesitan alimentos terapéuticos para sobrevivir, y eso se debe a varios factores, primero el agua, y segundo la lactancia materna» señaló el portavoz.
Asimismo apuntó que, como consecuencia de la violencia y la pandemia, en Haití uno de cada tres niños necesita ayuda humanitaria. Sin embargo, la inseguridad causada por las pandillas dificulta la distribución de artículos esenciales como vacunas, jeringas, medicinas y alimentos.
«Es un contexto extremadamente volátil, que cambia rápidamente. Un día una calle puede ser segura y la podemos utilizar para llegar, por ejemplo a un albergue y entregar ayuda humanitaria, pero al otro día la misma calle ya no es segura y hay enfrentamiento armado, con balas», asegura Duvillier.
El portavoz de Unicef hizo un llamado a que pare la violencia armada y pidió que se garanticen corredores seguros para las organizaciones humanitarias, con el objetivo de que éstas puedan brindar asistencia a «los que realmente lo necesitan».
Haití vive uno de los procesos políticos más complejos de la actualidad luego del asesinato de su presidente Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio, a solodos meses de las elecciones presidenciales, convocadas para el 26 de septiembre. Durante el ataque también resultó herida la primera damaMartine Moïse.