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Por Fernanda Rangel

La Dama de Oro, película inspirada en la historia real de Maria Altmann, relata la vida de una mujer judía que huyó de Austria durante la Segunda Guerra Mundial y que regresa a su país seis décadas después para reclamar las propiedades de su familia, entre ellas la célebre obra de Gustav Klimt, «La Dama de Oro».

Maria Altmann fue una mujer ejemplar que apeló al sufrimiento del pueblo judío y a las injusticias vividas por su familia, por lo que se sumergió a una larga lucha por conseguir el retrato de su tía Adele. Aquí destacamos 5 lecciones de liderazgo:

1. Trabajo en equipo

Altmann confío en un abogado amateur llamado Randy Schoenberg para que llevara su caso. Entre ellos existió una gran complicidad y apoyo incondicional, pues cuando alguno se daba por vencido, estaba el otro para animarlo.

2. Confía en ti

Altmann emprendió una gran lucha contra el gobierno austriaco y un proceso legal para recuperar las obras de Klimt, a pesar de los obstáculos que había en el camino, las amenazas e incluso, el panorama más negativo en donde todas las expectativas para ganar el caso era con muy baja probabilidad, Altmann y su abogado nunca dejaron de creer en su causa y llegaron tan lejos como se lo propusieron.

3. Negociación

Ante las pocas probabilidades de recuperar la obra, Maria Altmann busca llegar a un acuerdo con el gobierno austriaco; sin embargo, la negociación nunca se concluye y es ahí cuando Altmann, decide emprender hasta las últimas instancias para ganar el caso.

4. Perseverancia

Altman nunca se dio por vencida, incluso ante las situaciones más adversas y con ganas de renunciar a su lucha decidió seguir adelante con el caso, pues su objetivo nunca fue monetario, sino por la memoria de su familia.

5. Determinante

“La vida es una carrera, ella llegó antes a la meta y si la vida fuera una pelea de box diría que yo aún sigo parada en el ring”.

María Altmann demostró ser una mujer determinante y de fuerte convicción al no dejar de apelar por las obras que le pertenecían legalmente.

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