A través de la Fundación Dulce Silva, la empresaria y filántropa apoya a su comunidad con proyectos que van desde educación, pasando por cultura y salud
Dulce Silva encontró su misión de vida en ayudar a los demás, convirtió la lucha contra las injusticias en su máxima aspiración y continúa forjando un camino basado en la cooperación.
Originaria de Huamantla, Tlaxcala, la empresaria trabaja en la formación de redes de apoyo para trabajar en diversos proyectos que, según explica, van desde educación, pasando por apadrinamiento de proyectos culturales y, recientemente derivado de la pandemia por Covid-19, apoyo a la salud mediante la entrega de equipo de protección (cubrebocas y caretas) en diversas comunidades tlaxcaltecas.
Esta labor es posible a través de la Fundación Dulce Silva, de la cual es directora. La inspiración paras crear este espacio de apoyo fue su propia historia: Dulce tuvo que salir de su hogar en busca de oportunidades para su formación académica. Fue así como viajó a Puebla; sin embargo, tiempo después regresó, pues su padre tuvo algunas complicaciones de salud.

Retos convertidos en oportunidades
Para ese momento, su perspectiva había cambiado y se encontraba convencida de que el regresar no era sinónimo de detenerse. El camino, dice, no fue sencillo, pero se enfrentó a ello con determinación.
«El recorrido no ha sido sencillo: destacar en el mundo empresarial en un país y una sociedad como la nuestra siendo mujer es todo un reto; sin embargo sé de qué soy capaz, tengo metas claras y la perseverancia es una de mis mejores virtudes», recuerda.
Uno de sus primeros pasos al volver a su natal Huamantla, fue trabajar en el negocio familiar; y es que el espíritu emprendedor de Dulce viene desde el hogar; ella pertenece a una familia de empresarios dedicados a la industria de alimentos procesados, con presencia en 20 estados de la República Mexicana: Empacadora Silva.
Este camino la llevó más adelante a involucrarse en labores filantrópicas, el circulo virtuoso continúo creciendo y hoy, la empresaria está completamente involucrada con la mejora de los espacios y el desarrollo académico en Tlaxcala para que las generaciones venideras tengan esas oportunidades y cartera de opciones que no hubo para ella.
«Cuando era niña las opciones en este municipio eran pocas, por eso estudié fuera, hoy estoy aquí y tengo la oportunidad de construir redes de apoyo para la gente. Para mí la Fundación ha sido parte primordial; ya que me permite ayudar a mi Estado, tal como lo ha hecho mi familia desde hace muchos años. Mi compromiso está con mi Tlaxcala, mi Estado y su gente», subraya Silva.
Unidas se logran cosas increíbles
El trabajo de Silva siempre ha estado encaminado a la inclusión y el acercamiento a los sectores vulnerables, por ello ha extendido estas redes de apoyo a las mujeres de Tlaxcala. Dos de las acciones más sobresalientes en este sentido, son la campaña de prevención de cáncer de mama y la atención a mujeres víctimas de trata.
La primera se trata de una batalla personal para Dulce, hace unos años le detectaron un tumor en el tórax, afortunadamente pudo salir adelante y venció a al cáncer. Este suceso la hizo reflexionar y reafirmar que lo que quería para su vida era ayudar a los demás.
«México tiene mujeres con talento, con ganas y con grandes ideas; si entre nosotras nos apoyamos podemos lograr cosas increíbles», finalizó.