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Nidia Hernández, Project Manager en el Green Power se caracteriza por su inteligencia, tenacidad y por estar orgullosa de sus raíces. En entrevista con Mujer Ejecutiva, nos contó su historia, con aciertos y errores, que la llevaron hasta el lugar donde se encuentra hoy.
-¿Cuál es tu historia?
Soy de Oaxaca, me considero guerrera con sangre indígena en mis venas y parte de eso es el poder
cumplir objetivos, no dejarme vencer. Eso ha sido una de las cosas que me han ayudado mucho
desde que decidí estudiar la carrera de ingeniería civil, lo cual fue un reto desde el principio, pues
en el grupo habíamos dos mujeres y eran 50 hombres. De esas dos mujeres sólo yo me gradué de
la generación.
-¿Fue difícil?
Cuando estaba estudiando me dijeron: «¿Qué haces en esta carrera que es para hombres?». En
ese momento solamente respeté la forma de ver las cosas de esa persona, no respondí pero decidí
estar ahí y lo logré.
Llevé a cabo todo paso a paso y estuve en el sector de gas y petróleo en Tabasco. Después
apareció el tema de las energías renovables en México, en 2008, y comencé desde cero en una
empresa haciendo parques eólicos durante cinco años, hasta que un día estaba a cargo de todo el
proyecto.
De ahí me fui a una hidroeléctrica sin ver un proceso de crecimiento y yo quería crecer, así que
decidí buscar otras cosas porque me considero una persona viajera, que le gusta el movimiento,
entonces encontré la oportunidad en Enel. Me agradó por el tema de desarrollo que me ofrecían,
así que tomé la decisión de cambiar el rumbo y dar ese giro inesperado. Me apoyaron mucho para
estudiar idiomas y crecer.
Al año de que comencé me hablaron de Italia para ofrecerme un puesto más grande donde tenía
que viajar y hacer más cosas. Ahí fue el «boom», pues tenía que ver todo sobre la empresa,
empaparme de todos los proyectos para ser la encargada de platicar con todos los inspectores a
nivel mundial, al grado de que me conocen más en Italia que en mi propio México.
-Todo un reto ser mujer…
Pienso que los retos son para todas las personas, hombres o mujeres, en mi caso entendí que
tenía que esforzarme y al principio quería actuar de la misma manera que lo hacían los hombres,
lo cual no estaba bien, la solución fue conocerme y plasmar la idea como lo que soy sin algún
problema, nada más fue un proceso de “ponerme las pilas” y controlar mis emociones para que
saliera bien todo.
Es muy grato ver la confianza y apoyo que la gente de todas las áreas de la empresa ha tenido en
mi, estoy muy contenta pues pude vencer mis paradigmas mentales, esa fue la clave para que
todo saliera bien.
-¿Hay apoyo?
Sí. Hoy estoy en una empresa multicultural que al impulsarme a mí, una mujer indígena mexicana,
queda claro que la inclusión es primordial.
-¿Cuál es la estrategia de la compañía para impulsar a las mujeres?
Nos dan capacitaciones, coaching, incluir la mentalidad de que todo puede funcionar y ayudarlas.
Además notan que a nivel México hay un capital de trabajo muy bueno.