La flor de Nochebuena, llamada cuetlaxóchitl en náhuatl, era cultivada por los pueblos prehispánicos desde antes de que en México se adoptaran las celebraciones correspondientes a la Navidad.
De acuerdo con la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios, los aztecas usaban la nochebuena para teñir telas, mientras que la savia tenía fines medicinales y era usada para controlar la fiebre, las afecciones respiratorias, afecciones del corazón e incluso la rabia.
Actualmente, la Nochebuena es una planta originaria del sur de México y también es conocida como flor de pascua o guacamayo; en Durango se le conoce como bandera; en Veracruz, bebeta; y catalina, flor de Santa Catalina y Santa Catarina en Oaxaca.
Cándido Pérez, habitante de Xochimilco desde hace 18 años, es uno de los que contribuyen a mantener la magia de las fiestas decembrinas con la producción de ésta flor endémica de México. A su invernadero acuden compradores del Mercado de Jamaica, de Cuemanco, revendedores locales, así como personas de otras entidades del país que buscan llevar esta flor a sus lugares de orígenes.
Así, es uno de los tantos productores del país que lleva alegría y mucho color a los hogares no sólo de mexicanos, sino también de países como Estados Unidos, Canadá, China, Kenia, Japón, Holanda, Vietnam, Francia, Alemania y Suecia.
El productor capitalino comentó que esta planta requiere de buenos cuidados, entre ellos la ser fertilizada y podada, con el fin de que pueda crecer y obtener su especial color rojizo y su forma de estrella, además de necesitar, al menos, seis horas de luz solar para mantenerse viva.
En cuanto a la producción de las flores más grandes que pueden ser sembradas en el patio de las casas, ésta debe iniciar desde marzo, mientras que aquellas destinadas para interiores de casa u oficina se plantan entre mayo y agosto.
Las nochebuenas, cuyo Día Nacional es el 8 de diciembre, se producen en los estados de Morelos, Michoacán, Ciudad de México, Puebla y Jalisco, y su comercialización se realiza en los meses de noviembre y diciembre.
Por Iván Santiago Marcelo