La Fundación Camino a Casa trabaja con niñas y jóvenes que fueron explotadas sexualmente para su reinserción social y familiar.
En México no hay estadísticas disponibles que informen las cifras de la trata de personas para fines sexuales y laborales, mucho menos de la explotación sexual comercial infantil. De acuerdo con organizaciones, como la Fundación Camino a Casa, en los últimos dos años las cifras sobre estas prácticas, así como la venta de niñas desde la familia, se han elevado alarmantemente.
Patricia Prado, cofundadora de esta fundación que surgió en el 2005, explica en entrevista con Mujer Ejecutiva que el panorama actual en nuestro país en esta materia es muy complejo y alarmante, pues no se puede hablar de un indicador oficial que muestre la magnitud del problema; incluso, hay Estados de la República que no cuentan con fiscalías especializadas y tampoco hay medidas, campañas y acciones gubernamentales para aminorar esta situación.
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Fundación Camino a Casa ha atendido a más 200 niñas y jóvenes, quienes han sido liberadas y refugiadas de sus captores. También dan asistencia legal, psicológica, médica, educativa, actividades recreativas y capacitación.
-¿Cómo trabaja la fundación?
Nuestro perfil está cerrado de los 12 años en adelante y atendemos a niñas y jóvenes que llegan por operativos que hace la policía. Ellos las rescatan y nos las canalizan. Tenemos alianzas con las Fiscalías especiales de trata de varios Estados; particularmente Estado de México, CDMX y Chiapas, Hidalgo, Morelos y Michoacán.
Ellas tienen que estar de manera voluntaria por ser menores de edad y después de un proceso de adaptación de varios meses hacemos un plan de vida. Muchas llegan con recelo, enojo y con problemas emocionales muy fuertes; las atendemos con trabajadoras sociales, psicólogas, abogadas, maestras en casa, incluso seguridad. Nuestra meta es reinsertarlas en la sociedad.
-¿Qué rol juegan las fundaciones o asociaciones de la sociedad civil?
Somos muy pocas y creo que no se valoran como deberían. Nosotros le quitamos problemas de encima al gobierno, les ayudamos a resolver situaciones y no recibimos apoyo económico. Metemos nuestros recursos, tiempo, corazón y no esperamos nada a cambio, pero creo que sí deberían reconocer más nuestro trabajo.
-¿Hay algún proyecto a futuro para la Fundación?
Es un anhelo tener por lo menos un refugio en cada Estado con las características de Camino a Casa porque vemos que es un programa que ha tenido éxito.
