Por Adriana González*
El mundo hoy está viviendo una crisis que pone en juego los antiguos paradigmas y la forma que tenemos de manejar el mundo. Por eso, me parece un gran momento para reflexionar sobre el rol de la mujer en la historia reciente y en la actualidad. Como mujer líder en una industria de tecnología, este es un tema que me interpela y atraviesa a todos los días. Diario leo en las noticias que lo que necesitamos hoy es liderazgo decisivo. Los mismos adjetivos que hemos escuchado siempre, para describir la misma imagen de liderazgo de los últimos siglos: un hombre «fuerte» guiándonos a través de tiempos difíciles.
Sin embargo, ese liderazgo masculino hoy nos está fallando en esta crisis mundial. Las superpotencias globales, que siempre mantuvieron un liderazgo agresivo y casi bélico, hoy se ven sobrepasadas por este enemigo silencioso al que no pueden dispararle y al que no pueden meter en una prisión. Países como Estados Unidos, China o Inglaterra, con gobiernos y gabinetes largamente compuestos por hombres, tuvieron poca actitud reflexiva en los días iniciales de la pandemia e intentaron que sus economías siguieran como siempre, con una política de «Soportar» el desafío, y seguir para adelante con mano firme. Esta estrategia demostró fracasar en todos los países en que se uso.
¿Qué pasa si analizamos a los países que ya están superando esta crisis, mientras naciones enteras se hunden en ella?
Nueva Zelanda fue de las primeras naciones en contener el virus y hoy ya está virtualmente eliminado. Taiwan lidera con estrategias de testeo masivos y prevención, y ahora envía suministros y tecnología alrededor del mundo. Alemania pudo calcular con exactitud la curva de contagios ideal y sirve de ejemplo para todos los países de Europa. ¿Qué tienen en común estos tres países? Sus presidentes son mujeres.
Parecería que el mundo está entendiendo los beneficios de otro tipo de liderazgo, uno empático, basado en la escucha, la reflexión, la adaptabilidad y la integración de múltiples perspectivas antes de tomar una decisión. Este es un liderazgo que se preocupa por la vida humana por sobre todas las cosas, por el estado físico y emocional de los que lidera. Este es el liderazgo que caracteriza a las mujeres, tanto en un gobierno como en una compañía, y es un liderazgo que como sociedad hemos menospreciado durante siglos.
►TE PUEDE INTERESAR► 8 MUJERES LÍDERES QUE SE ENFRENTAN A LA PANDEMIA
Cuando yo quise estudiar ingeniería en la universidad, mi padre se opuso terminantemente. Él la consideraba una carrera para hombres, por lo que estudié contabilidad. Lentamente, mi vida me fue llevando hacia el mundo de la tecnología e ingeniería informática, porque uno no puede escapar a su pasión. En este recorrido, me di cuenta de cuanto daño le había hecho mi padre y tantos otros padres a esta industria. La industria tecnológica es casi exclusivamente masculina. Los desafío a encontrar programadoras o ingenieras tecnológicas en una empresa tradicional.
El efecto se evidencia en la práctica: la empresa tecnológica promedio es fría y distante, no comprende a su cliente ni las necesidades de sus usuarios, pueden generar soluciones increíblemente complejas pero que fallan en resolver o impactar en los problemas de la vida cotidiana. Le faltan los famosos «soft skills» como la empatía, la escucha, la comunicación.
Les llamamos «soft skills», por supuesto, porque el mandato masculino no los contempla y son relegados a un segundo puesto. Sin embargo, cualquier empresario que compre una solución digital creada con un buen departamento de UX involucrado sabe la diferencia entre una herramienta creada desde la escucha y una creada sin estos «soft skills». Es como crear un tanque de guerra para acertarle a una manzana.
Mexicana en la industria tecnológica
Siendo una mujer trabajando en la industria tecnológica Mexicana, conozco el reto de trabajar en una de las industrias predominante en hombres insertada dentro de una de las sociedades más machistas del mundo. Por suerte, NEORIS es una excepción en este sentido, porque siempre sentí que mi voz era escuchada y que los «soft skills» que traía a la mesa eran considerados valiosos y necesarios. No creo que sea casualidad que nuestros clientes destaquen como nuestras características principales que somos cercanos, cálidos y atentos. Lo que sienten, pero no saben articular quizás, es que NEORIS es una empresa que valora el rol de lo femenino en la creación de un producto o el liderazgo de un equipo.
¿Cuántas empresas estarían hoy en un menor predicamento si se hubieran preocupado por sus empleados desde el día uno de esta crisis? ¿Si los hubieran mandado a trabajar desde sus casas antes de que fuera obligatorio, preocupándose primero por su salud y luego por el flujo de trabajo de los proyectos? ¿Cuál es el valor económico de cuidar la salud física y mental de tus empleados? ¿Cuál es la ventaja competitiva de tener una fuerza de trabajo que siente que trabaja para gente que los aprecia, que los cuida, que los quiere? Las mujeres y sus equipos conocen a respuesta: el valor de este liderazgo es incalculable. Ya es hora de que los gobiernos y las empresas se den cuenta de esto.
