María Reyna González, soprano en lengua mixe, siempre soñó con convertirse en cantante, sin embargo nunca imaginó lo lejos que podría llegar. Ella es originaria de Tlahuitoltepec, Oaxaca; su grandes aspiraciones la llevaron a salir de su comunidad a temprana edad para continuar sus estudios musicales, con el juramento de que no volvería «hasta ser alguien».
Llegó a Guadalajara, donde consiguió un empleo como trabajadora del hogar, su objetivo era reunir suficiente dinero para pagar su educación y aprender a hablar español; así lo hizo.
El momento clave para su carrera se dio en 2012, cuando luego de no haber visto a su madre en años subió un video a YouTube en el que interpretaba la canción Tääk’unk (madrecita en mixe), tema que dedicó a la mujer que le dio la vida por la celebración del 10 de mayo. El internet y su talento hicieron el resto, de un momento a otro el material tenía más de 10 mil reproducciones.
“Un 10 de mayo y después de no ver a mi madre en muchos años y de extrañarla, Joaquín Garzón, que es productor musical de ópera mixe me dice `¿Por qué no cantarle a tu mamá algo tan bonito? Además tu hablas diario mixe y ella te va a entender’”, relata.
Agrega, que el hecho de poder cantar en su lengua y llegar tan lejos con ello, la hizo valorar aún más sus raíces y abrazarlas como un tesoro.
«Me hizo darme cuenta de esto tan valioso que tengo. Además pasa que cuando el video se sube a las redes sociales me contacta Zenaida Pérez, una paisana de Tlahuitoltepec, y me comenta que quiere que cante en un encuentro de mujeres indígenas”.
De inmediato una sonrisa se dibuja en su rostro, resulta difícil para Reyna describir todas las emociones que le llegaron de golpe en ese momento. No era para menos, el sueño de toda su vida estaba comenzando a realizarse; incluso ahora, luego de siete años, se sigue emocionando con cada proyecto y nueva oportunidad, pues comenta, «este es sólo el principio».
En 2017, luego de mucho esfuerzo, comenzó la grabación de su primer disco, el cual será presentado el 23 de mayo a las 19:00 horas en el Teatro Macedonio Alcalá en la ciudad de Oaxaca y, el 16 de junio a las 18:00 horas en el Teatro Esperanza Iris en la Ciudad de México. Éste contiene interpretaciones en mixe, zapoteco y maya.
Su motivación para seguir día a día es, por supuesto, su familia, a quien quiere mostrarle todo lo que ha logrado y compartir con ellos «lo mucho o lo poco que tenga»; así como las ganas de convertirse en una figura que inspire a otros a perseguir lo que quieren.
“Nunca imaginé llegar hasta aquí, pero ahora que lo hice espero ser un ejemplo para otras mujeres, para inspirarlas a seguir sus sueños y a compartir su talento, sus ideas y su pasión con los demás; creo que esa es la clave, tener pasión por lo que haces y soñar en grande, porque los sueños sí se hacen realidad”, concluyó.