Los dentistas u odontólogos han estado más expuestos que nunca al coronavirus en lo que llevamos de pandemia. Trabajando en la boca de los pacientes suele perderse la ya famosa “sana distancia”, quedando a tan sólo unos 35 centímetros dentista- paciente. No valorando el trabajo y el riesgo que corren los dentistas y las clínicas dentales , ya que los contagios han sido inapreciables.
La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2 ha creado nuevos cambios y hábitos en nuestra sociedad, algunos de ellos han sido en sentido positivo, haciéndonos más saludables y limpios.
¿Cómo me protejo y cuido a mi dentista?
Ir al dentista en medio de la pandemia trajo nuevos hábitos y es que, por seguridad de nuestros doctores, entendamos que la principal vía de contagio del virus es por la boca, por lo que se recomienda hacer caso en cada una de las medidas que nuestros expertos en la salud nos pidan llevar a cabo.
Los dentistas deben de protegerse con mascarillas y pedirles a sus pacientes que realicen enjuagues con cloruro de cetilpiridinio (CPC) al 0,05% solo o con clorhexidina (CHX) durante un minuto antes de cualquier exploración o intervención.
Según la OMS, “la clorhexidina es una sustancia antiséptica de acción bactericida y fungicida y es ampliamente usada para la correcta salud bucal. De hecho, sirve como prevención de caries, tratamiento de la gingivitis y periodontitis. Esto se debe a que inhibe el crecimiento bacteriano e incluso lo elimina.”
Se ha demostrado en estudios de laboratorio que esto reduce la carga viral y el contagio por saliva o aerosoles. Los datos más recientes indican que la clorhexidina tiene esa capacidad.
La búsqueda de la conciencia social, la salud general y el bienestar ha aumentado exponencialmente en estos últimos años. Acudir al dentista siempre va a ser importante, para mantener una salud bucal que impacta en nuestra sonrisa y autoestima, además de en nuestra masticación.
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