La infancia es un momento clave para el desarrollo de nuestros pequeños; su ingreso a las aulas puede denotarnos ciertos comportamientos que podrían delatar bajo rendimiento escolar. Lo más importante es prestar atención a esos pequeños indicadores y así tomar cartas en el asunto.
Trastorno de déficit de atención
Aproximadamente el 3% de la población nace con este padecimiento. Puede identificarse cuando el menor tiene un alta excitabilidad motriz, es decir, una cantidad de inusual de energía para correr o saltar. También tienden a presentar dificultad para prestar atención.
Malos hábitos alimenticios
Una dieta pobre provoca en un menores un desarrollo inapropiado de sus capacidades cognitivas. Cuando este problema se presenta los niños suelen encontrarse desganados y sin energía para realizar actividades comunes de la infancia, esto por supuesto será un obstáculo para su concentración en el salón.
Problemas en el hogar
El bajo rendimiento delos pequeños puede ser un reflejo de inestabilidad en casa. El estrés y miedo a los que se ve sometido en este tipo de situaciones le impiden enfocarse en otras labores. Esto se puede reflejar de muchas maneras, es importante poner atención su conducta y crear espacios de confianza para platicar con él.
Más señales
Otros indicadores pueden ser la dificultad para aprender los colores, formas y números; también puede existir falta de control en sus impulsos que los puede llevar a morder o golpear a otros.
Además pueden presentar problemas de lenguaje y dificultad para interactuar con otros niños.