De acuerdo con el Inegi, la OCDE y el CIMAD, las mujeres tienen mayores tasas de graduación y mejores calificaciones a nivel universitario
En 2020 se detectó que, de las personas interesadas en programas de posgrado en México, un 55% son mujeres y esta cifra arroja una valiosa oportunidad de una revolución empresarial, según apunta Top•E University.
En lo que educación se refiere, la población femenina se ve cada vez más interesada por prepararse. En México, son ellas las que tienen mayores tasas de graduación y mejores calificaciones a nivel universitario, según datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en conjunto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y elCentro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD).
Además, es la población femenina quien aporta el 37% al Producto Interno Bruto en México, destinando en promedio el 70% de sus ganancias a su comunidad y familia.
La llegada de la pandemia sigue presentando repercusiones para este sector, que se ha visto desproporcionadamente afectado con respecto a los hombres según apunta el Fondo Monetario Internacional (FMI). Son ellas quienes también presentan las tazas más altas de deserción escolar y desempleo derivado de la crisis.
En este sentido, la tecnología y la flexibilidad juegan un papel fundamental; ambas herramientas permiten que las mujeres puedan continuar con su formación sin importar dónde se encuentren.
«Democratizar la educación superior en el mundo y abre una brillante ventana para aprender de los mejores emprendedores y líderes empresariales. Ejemplo de ello es que en su plantilla de speakers y profesores destacan fundadores de startups y directivos de grandes multinacionales», señala Top•E University.
Cerrar la brecha de género y romper el techo de cristal, requieren que los sectores público, privado y social trabajen en conjunto. Algunas medidas propuestas por el FMI son:
- Ampliar el apoyo a los ingresos de la población vulnerable.
- Ofrecer incentivos para compaginar el trabajo con las responsabilidades del cuidado familiar.
- Mejorar el acceso a la atención sanitaria, ampliar el apoyo a las pequeñas empresas.
- Y eliminar los obstáculos legales que impiden el empoderamiento económico de las mujeres.
