El entorno en el que vivimos trae consigo varios retos empresariales, uno de ellos es aprender a manejar incertidumbre, ésta referente al no tener la certeza sobre qué y cuánto producir
Por Aurora de la Vega Jiménez*
¿Qué productos debo fabricar? ¿En qué cantidad? ¿Cuándo fabricarlos y dónde?
Todas estas preguntas han estado inquietando las mentes de los responsables de operaciones durante décadas. Y las respuestas no solo siguen sin estar claras, sino que además la situación, cada día más volátil y compleja, las hace más difíciles de responder.
Hay empresas que buscan incrementar la certidumbre con acciones como preguntar a sus distribuidores, principales clientes y redes comerciales sus estimaciones con incluso meses de anticipación, cuando en realidad, ellos también sufren la incertidumbre del mercado. Aun así, basan su producción en dichas estimaciones, incrementando aún más la variabilidad con información de baja calidad que afecta directamente la operación con constantes cambios.
Los pronósticos de ventas son estupendos para planificar a medio y largo plazo, pero en la planificación de la producción a corto plazo se vuelve complicado mezclar dichos pronósticos con promociones de último momento, previsiones de clientes y pedidos en firme, complicando no solo la toma de decisiones sino ocasionando exceso de algunos productos y faltantes en otros.
¿Qué hacer?
Debemos entender que la incertidumbre no solo proviene de la demanda, también proviene de las fuentes de suministro y de la propia variabilidad de nuestra empresa, tanto en la ejecución como en la toma de decisiones, limitaciones de stock, variabilidad de la producción, etc.
Y lo mejor: esto seguirá pasando porque no es un mundo perfecto. Porque además debemos incrementar la productividad y rentabilidad, reducir la inversión en inventarios, y gestionar largos tiempos de entrega de puntos de suministro que en algunos casos son muy lejanos.
¿Cómo planificar la producción si la exactitud de mis pronósticos es limitada y cada pequeño cambio afecta toda la planificación de la cadena?
na metodología especialmente conveniente para empresas afectadas por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad es la Demand Driven MRP (DDMRP), la cual combina avances como Lean, Six Sigma, y la Teoría de las Restricciones para alinear la producción a la demanda real del mercado, por medio de una estructura que:
En mayo del 2019, el Massachusetts Institute of Technology (MIT), realizó un estudio con las opiniones y resultados de empresas que han aplicado esta metodología.
En dicho estudio se puede observar que las empresas reportaron mejoras de hasta un 23% en el nivel de servicio con reducciones de un 20% del nivel de inventario. También se redujo considerablemente el tiempo de entrega al cliente, consiguiendo una relevante ventaja competitiva.
Tras realizar simulaciones para validar su efectividad, hemos llegado a la conclusión que se trata de una nueva filosofía de planificación que facilita las operaciones de forma práctica y sin demasiada inversión, además es accesible a empresas sin importar su nivel de madurez.
Tengo la certeza que esta forma de trabajar dará mucho de qué hablar en el futuro y con la cual muchas empresas podrán transformarse para incrementar su ROI y al mismo tiempo convivir de forma natural con la incertidumbre que llegó para quedarse.