Por Ivette Estrada
Hablar del futuro genera certidumbre y mejora el desempeño laboral. Por ende, no es un tema que pueda evadirse o ignorar en las organizaciones. Existe una latente esperanza de generar el trabajo híbrido. Pero no puede quedar como promeso o utopía hueca. Se necesita instrumentar cómo combinar “los dos mundos” del;trabajo remoto y el in situ para catapultar el rendimiento laboral y mejor el ambiente de trabajo.
En general los líderes empresariales aseguran que si bien la productividad pudo presentar ascensos, muchos empleados informan que se sienten ansiosos y agotados,;lo que puede resultar insostenibles en el futuro porque reduce la satisfacción laboral, afecta negativamente las relaciones interpersonales con los colegas y disminuye el rendimiento.
Ahora, aunque más del 66% de los empresarios encuestados en diferentes estudios como el de McKynsey apuestan por el trabajo híbrido en la nueva realidad, no hay avances que concreten la idea.
Pocas empresas ya compartieron pautas, políticas, expectativas y enfoques detallados sobre el trabajo híbrido. Aparece entonces como promesa vacía que genera incertidumbre entre los colaboradores. Al unísono, las organizaciones que articulan;políticas y enfoques más específicos para el futuro lugar de trabajo,;testifican que el bienestar y la productividad de los empleados aumentan.
Los empleados que se sienten incluidos en una comunicación más detallada tienen casi cinco veces más probabilidades de reportar una mayor productividad.
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En las organizaciones que se comunican vagamente, o no se comunican en absoluto, sobre el futuro del trabajo postpandémico,;casi la mitad de los empleados dicen que les causa preocupación o ansiedad. Esto incide de manera negativa con el rendimiento laboral,;reduce la satisfacción laboral y afecta las relaciones interpersonales con los colegas, entre otros males. Para la economía global, la pérdida de productividad debido a la mala salud mental, incluida la ansiedad, podría representar un billón de dólares por año.
La falta de una comunicación clara sobre el futuro del trabajo en la nueva realidad, también contribuye al agotamiento de los empleados. Las personas más agotadas pueden abandonar la fuerza laboral, al igual que muchas mujeres, que se vieron afectadas de manera desproporcionada por la crisis de COVID-19.
Ahora, el agotamiento es especialmente pronunciado para las personas que se sienten ansiosas debido a la falta de comunicación organizacional.
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En general, hablamos del 73% a nivel global, los empleados ven en el modelo híbrido la solución para equilibrar la vida personal y laboral, la tan loada flexibilidad. A la par, los empresarios determinan que un modelo híbrido puede ayudar a las organizaciones a aprovechar al máximo el talento dondequiera que resida, reducir los costos y fortalecer el desempeño organizacional.
Los empleados con niños pequeños son los más propensos a preferir ubicaciones de trabajo flexibles, y solo el 8% sugiere que les gustaría ver un modelo completamente en el sitio en el futuro. Los empleados sin hijos menores de 18 años tienen casi tres veces más probabilidades de preferir el trabajo en el sitio, pero la mayoría aún prefiere modelos más flexibles.
En general, los empleados están ansiosos por ver que las organizaciones pongan un mayor énfasis en la flexibilidad, la compensación competitiva y el bienestar una vez que termine la pandemia.
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