Todo trabajo se vuelve estresante. Si manejas en el tráfico a diario, estás encerrada muchas horas en la oficina, trabajas en campo y debes aguantar los climas extremos o estás de home office y tienes que lidiar con los ruidos externos. Sí o sí necesitas unos minutos de relajación para continuar tu jornada de la mejor manera.
Para evitar malestares físicos e incluso emocionales, te recomendamos que, a la mitad o al final de tus horas de trabajo, realices al menos una de estas acciones:
- Respirar profundo. Siéntate derecha y respira con el abdomen. Algunas inhalaciones y exhalaciones sincronizadas con una mente en blanco regulan tu ritmo cardiaco y su circulación para darle a tu cuerpo la oxigenación necesaria y tranquilizarte.
- Distrae tu mente con creatividad. Alguna actividad intelectual o artística será desafiante para fortalecer las funciones neuronales del cerebro y mantenerte activamente joven. Busca una actividad que te agrade y que distraiga del estrés cotidiano. No es necesario salir de tu zona. Puedes leer, pintar, escribir o cocinar para que puedas sentarte en ella cuando quieras. Olvidarte del estrés de tu trabajo.
- Desconéctate. Si te es posible durante el tiempo que no estés trabajando, procura desconectarte de todos los elementos que te mantengan atada a la rutina. Celular. Pantallas, tablets. Computadoras. En fin, todos los aparatos electrónicos con pantallas brillantes; debido a que esta luz fuerza al cuerpo a producir cortisol conocida como la “hormona del estrés”.
- Abrázate. A mitad de tu rutina o al final del día, date gusto preparando una comida caliente, una bebida reconfortante o una ducha que te relaje, te nutra y regule la temperatura corporal.
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- Ponte cómoda. En cuanto llegues a tu hogar, procura liberarte inmediatamente de la ropa de trabajo y cámbiate a un atuendo más cómodo para que puedas moverte con libertad y relajarte.
- Aromatiza. Puedes utilizar tus sentidos a favor para sentir el verdadero cambio del ambiente. Utiliza velas aromáticas o inciensos con un olor que te agrade y sea relajante. Como el sándalo, la lavanda o el jazmín. Todos tienen propiedades relajantes y se ha comprobado que combaten la depresión y el insomnio.
- Mantente activa. Realiza algunos ejercicios de estiramiento, cardio o fuerza. Puede ser a mitad del día, por la mañana o antes de ir a dormir. Te ayudarán a liberarte del estrés y regularás tu metabolismo.
- Duerme. Dormir menos de 8 horas por la noche es sumamente nocivo. Detiene el proceso natural de regeneración celular y le quita el cuerpo el tiempo necesario para recuperarse del estrés y el agotamiento para retomar un nuevo día. Procura dormir en un entorno totalmente oscuro y silencioso. Con una temperatura equilibrada para garantizar al máximo tus horas de sueño.
Por último, es importante que siempre escuches a tu cuerpo. No lo obligues a realizar cosas que no son necesarias para ti. Procura identificar qué es lo que va contigo y qué es lo que no. Realizar todas las actividades te ayudarán de manera increíble, pero si no crees posible, intenta hacer las que más te acomoden.
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