En los últimos años el acercamiento e inserción de la tecnología a la vida cotidiana de las personas ha ido en aumento, realmente está presente en básicamente todo lo que hacemos.
Incluso al momento de relacionarnos de forma sentimental o sexual con otros, hemos recurrido a aplicaciones como Tinder, Bumble, OkCupid, entre otras.
No hablamos de nada nuevo, lo que sí es nuevo es un término que ha salido a la luz recientemente. Se trata del “Tindstagramming”, básicamente éste sucede cuando alguien de cualquiera de estas aplicaciones a quien rechazaste consigue tu Instagram y comienza a acosarte por esa vía.
“Ignoran el hecho de que no estás interesada en hablar con ellos, ya que no coincidiste en la app de citas”, aseguró Samantha Burns, entrenadora de citas y autora de Breaking Up & Bouncing Back.
La práctica adquiere su nombre de la app de citas más famosa, Tinder, sin embargo puede darse en cualquier otra.
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Para aquellos que realizan el acoso, la esperanza es la de voltear el juego y de alguna forma llamar la atención de la otra persona para convencerla de que tomó una mala decisión; sin embargo el efecto, regularmente, es completamente opuesto.
Para atacarlo, Burns da dos alternativas que aplicarán dependiendo del caso. “Si te envían un mensaje reflexivo o hacen una broma graciosa sobre su segundo intento, y crees que puedes haber pasado por alto un diamante en bruto, entonces, por supuesto, responde y ve si hay alguna química”.
La segunda opción se da en caso de que tú no estés interesada, entonces lo más sencillo será simplemente bloquear a la persona. Si el asunto continúa puede acceder a un reporte y en casos mayores a una denuncia.
La mejor forma de evitar esta situación es ser cuidadosa y asegurarte que tu perfil de citas no esté vinculado a ninguna de tus redes sociales.
