El acoso laboral, también conocido como mobbing, es un tema que pocas veces se toma en serio o se disfraza con excusas, sin embargo, puede ocasionar graves consecuencias en las víctimas. Para que puedas identificar si estás siendo afectada por ello, te presentamos algunos ejemplos. acoso laboral
- Ignorarte – Descartan tus ideas sin analizarlas antes, no te permiten expresarte o te rechazan constantemente.
- Burlarse – Se crean triángulos de acoso: víctimas – espectadores – agresores, se burlan frente a ti o a tus espaldas.
- Descalificarte – Te culpan por faltas que otros cometen, te ponen trabas, inventan cosas o siembran dudas sobre tu trabajo u otras situaciones.
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- Abuso de autoridad – Tu jefe actúa hostilmente contigo o tus compañeros, grita y da malos tratos, te menosprecia, se lleva todo el crédito por el trabajo en equipo o siembra miedo.
- Injusticias – No reconocen tus logros, no te pagan puntualmente o tiempos extras, te amenazan constantemente de despido o tu trabajo lo reconocen con otra persona.
- Violencia física – Se despierta la agresión a la víctima con ataques físicos por diferencias de opinión o intereses particulares.
- Violencia sexual – Insinuaciones de jefes o compañeros de trabajo, miradas inapropiadas, situaciones laborales condicionadas con favores sexuales.
Todos estos ejemplos pueden llegar a generar un bajo rendimiento laboral, baja autoestima, problemas en el entorno de la víctima, tensión, nervios, estrés, depresión y hasta suicidios.
Si tú, o alguien que conoces está pasando por esta situación, recomendamos que reportes lo que sucede inmediatamente. Es un derecho y una obligación vigilar por los intereses de una empresa y sus subordinados. Las oficinas de empresas privadas y de gobierno tienen el deber de escuchar a sus trabajadores y dar seguimiento a los casos que lo ameriten.
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