Por Gabriela Martínez
Si quieres empezar tu propio huerto, Scarlet Dergal, creadora y fundadora de Sitopia, tiene siete recomendaciones para lograrlo
Si algo nos ha dejado el confinamiento es la reflexión sobre la importancia que tiene el equilibrio de la naturaleza en nuestras vidas y cómo podemos aportar y ser más conscientes a la hora de consumir productos de la mejor calidad posible.
El camino de la agricultura urbana ha tomado muchas aristas y desde que la gente ha empezado a tener conciencia de los alimentos que consume se ha creado la necesidad de construir huertos urbanos con el fin de consumir alimentos orgánicos. Y no sólo se trata de consumir, sino también de alimentar la importancia del cuidado de la naturaleza, enseñar a cultivar alimentos de una manera eficiente y divertida, a bajo costo y con el mínimo impacto ambiental.
Es importante seguir comprometidos con con el medio ambiente, no sólo durante el confinamiento sino mantener el ciclo de la materia y por tanto la reutilización de los residuos en nuestras actividades cotidianas dentro y fuera del hogar de ser posible.
Si quieres empezar tu propio huerto, Scarlet Dergal, creadora y fundadora de Sitopia, un huerto urbano ubicado en el corazón de la colonia Roma, nos comparte los siguientes pasos para lograrlo:
- Elige el lugar: selecciona un lugar de cultivo que reciba entre cinco y seis horas de sol al día. Puede ser en una venta de tu casa, o bien en tu azotea, patio, terraza, balcón o jardín.
- Cama de cultivo: escoge, construye o pide a Sitopia, una cama de su catálogo de huertos. Ten en cuenta el drenaje y el tamaño que necesita cada hortaliza para desarrollarse.
- Buen sustrato: el sustrato es el vientre de las semillas. El que le provee alimento para desarrollar su máximo potencial. Crea tu propia lombricomposta o consigue sustrato para cultivo orgánico con Sitopia.
- Semillas: lo siguiente será elegir aquello que vas a plantar, desde jitomate, pimiento, berenjena, zanahoria, lechuga, acelga, espinaca y betabel, hasta pepino, calabaza, melón, sandía y hierbas, por mencionar algunos. Siembra tus semillas haciendo un agujero del doble del tamaño de las mismas. Y teniendo en consideración su tamaño y cualidades para hacer una buena planeación de siembra. No olvides humedecerlas.
- Riégalas: deberás hacerlo todos los días asegurándote de dejar el sustrato húmedo.
- Espera y deja que el universo haga lo suyo: el proceso requerirá paciencia y constancia, no te desesperes y deja que la naturaleza actúe de acuerdo a su tiempo. La recompensa será gratificante y deliciosa.
- Cosecha y disfruta: literalmente estarás cosechando el fruto de tu esfuerzo, por eso te recomendamos que le pongas todo tu amor a esta actividad.
Recordemos que el objetivo fundamental es conservar las bondades de la naturaleza, sacando lo mejor de ella, respetando sus ciclos y reciclando lo más orgánico de ella.