La alimentación es una necesidad básica humana, sin embargo, sigue siendo un tabú la lactancia materna.
En México contamos con una tasa de lactancia muy baja por los retos que implica para la mujer. A pesar de que la alimentación es una necesidad humana básica, sigue siendo un tabú. Para las madres trabajadoras implica un reto esta etapa, ya que es muy poca la promoción y soporte que se les da a las madres. A esto se le suma que no existen las condiciones adecuadas para llevar a cabo una lactancia sana siendo trabajadoras.
Hasta hace no mucho, la ley comenzó a proteger y resguardar a las mujeres trabajadoras lactantes; pues ellas tenían que buscar opciones y condiciones para poder extraer la leche o alimentar a su bebé en espacios inadecuados. Finalmente se están haciendo leyes para poder tener espacios seguros, cómodos y limpios en donde se pueda tener este derecho sin sentir culpa, pena o incomodidad.
Principalmente en la Constitución Política se estipula: “En el periodo de lactancia tendrán dos descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a sus hijos. Además, disfrutarán de asistencia médica y obstétrica, de medicinas, de ayudas para la lactancia y del servicio de guarderías infantiles”.
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Además, en la Ley Federal del Trabajo existe el artículo 170, el cual establece: “En el periodo de lactancia hasta por el término máximo de seis meses, tendrán dos reposos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a sus hijos, en lugar adecuado e higiénico que designe la empresa, o bien, cuando esto no sea posible, previo acuerdo con el patrón se reducirá en una hora su jornada de trabajo durante el periodo señalado”.
Según estas leyes, es importante que el empleador esté en la obligación de facilitar un lugar adecuado e higiénico para las mujeres trabajadoras en periodo de lactancia. Si esto es imposible, se le restará una hora a su jornada laboral.
Muchas empresas han optado por abrir espacios seguros llamados salas de lactancia, mismos que son exclusivos para las trabajadoras que son madres. Ahí pueden llevar una lactancia digna, privada, higiénica y accesible mientras laboras. Así, las mujeres pueden contar con el espacio y equipamiento necesario para su periodo de lactancia.
Si bien hay muchas cosas por hacer aún para crear una lactancia exitosa, segura e higiénica, es cada vez más común que las leyes cuiden y resguarden estos derechos ante las empresas y trabajos. Y eso es el inicio de una lactancia digna.
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