La comunicación asertiva es una habilidad fundamental para convivir día a día. Este tipo de comunicación nos permite dialogar con calma y respeto, expresando lo que queremos decir, pero sin herir los sentimientos de otras personas. En el caso de las empresas, es importante para que esta sea competitiva. Pero ¿cómo debe ser la comunicación para organizar los procesos internos?
- Concisa: Ahorra tiempo comunicando lo más importante. No repitas la información.
- Concreta: Central, mensaje en la idea principal. Especifica los detalles necesarios para despejar cualquier duda.
- Correcta: Para generar confianza, proporciona información correcta y comprobable. Si es un escrito, cuida la ortografía y la redacción.
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- Coherente: Dale sentido a tu mensaje; cuida que las ideas tengan un orden lógico para su mayor comprensión.
- Clara: Para que las personas entiendan, ordena tus ideas y utiliza palabras que todos conozcan.
- Cortés: Se amable y respetuosa, así lograrás que el ambiente sea agradable y la comunicación sea fluida.
- Completa: Da sólo la información necesaria para que otra persona pueda tomar una decisión correcta. Mientras menos preguntas queden en la mente de la otra persona, será mucho mejor.
Dentro de las ventajas de ser asertiva están: asertiva
- Disminuir los niveles de estrés al no sobrecargarnos con excesivas responsabilidades, como les ocurre a otras personas que no saben decir no.
- Controlar el mal genio.
- Mejorar habilidades de afrontamiento; pues nos permite expresarnos efectivamente, defender nuestro punto de vista y a la vez respetarnos y respetar a los demás.
Recuerda estas características al entrar a una junta, dividir tareas o escribir un correo. Practicarlas reforzará las habilidades comunicativas de todos y mejorará el ambiente laboral.
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