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Ir al gimnasio y gestionar tu tiempo entre el trabajo y demás deberes puede ser un tanto difícil, sin embargo, hay maneras de lograrlo,;sobre todo si tienes las ganas de hacer cambios positivos en tu cuerpo, salud y estilo de vida.

La organización es un factor clave en este proceso, para que tus rutinas de gym se adapten a tus horarios y puedas alcanzar todos tus objetivos,;pero seguramente te preguntarás cuál es el mejor momento para hacer ejercicio: ¿antes, durante o después de trabajar?

Para ello te daremos una idea de cómo sería cada opción, de esta forma podrás analizar cuál de todas es la mejor para ti y tu día a día, la idea es que incorpores el gimnasio como una de tus prioridades, solo así hallarás la figura que deseas y tendrás más energía.

¿Por qué hacer ejercicio antes del trabajo?

Si tienes tiempo en la mañana puedes evaluar la opción de ir al gym a tempranas horas, para muchos es un poco duro hacerlo, ya que prefieren quedarse un poco más en la cama y aprovechar para descansar, pero si lo intentas notarás que es una excelente decisión ya que te sentirás más activo y podrás aprovechar mejor el tiempo.

Es que entrenar por las mañanas ayuda a que tu cuerpo produzca endorfinas, lo que hará que tu día sea mucho más llevadero y positivo, además los niveles de energía se incrementarán, por lo que tendrás la capacidad de ser más productivo y hacer todas tus tareas sin problema.

La idea es que no realices ejercicios demasiado intensos, para evitar que quedes muy cansado, sino incorporar una rutina de cardio y algunos ejercicios que te ayuden a estar más enérgico.

Por las mañanas tu cuerpo estará lleno de energía, tus músculos descansados y esto hará que el entrenamiento sea mucho mejor, además es un momento del día recomendado para hacer ejercicio si quieres perder peso, ya que los expertos dicen que por las mañanas se quema más grasa.

¿Entrenar a mediodía?

Dependiendo de cómo sea tu horario de trabajo, si dispones de un break lo suficientemente largo (de al menos 1 hora y media o 2 horas), podrías incorporar una rutina corta de ejercicio en el gym.

Esta es una excelente opción para muchos, quienes realizan al menos 20 o 30 minutos de ejercicio, toman una ducha y luego comen, para volverse a incorporar a su jornada laboral.

Aunque para algunas personas esta alternativa puede afectar negativamente su rendimiento en el trabajo, ya que podrían cansarse más de lo normal, debido a la energía que han gastado en la mañana, así que es algo que se debe pensar bien y ver si conviene o no.

Cada persona conoce su cuerpo y su rendimiento, así que para algunas aprovechar cualquier espacio libre en su día, es una buena alternativa para entrenar. La idea es verlo como un momento de relajación, un tiempo que te dedicas a ti y a mejorar tu cuerpo.

El gimnasio después de trabajar

Esta es la tercera opción y la que más personas prefieren, aunque es probable que también sea una de las más canceladas, sobre todo en días largos y de trabajo pesado, ya que te encontrarás mucho más cansado y quizás no tendrás ganas de entrenar.

Aun así, debes tratar de ser lo más constante posible, tomando el gimnasio como una forma de drenar el estrés diario y poder dormir mejor, ya que tu ritmo cardiaco se va a regular con el ejercicio y la respiración.

Esta es una gran opción sobre todo si no tienes muchos pendientes en casa luego del trabajo, pero evita entrenar muy tarde, ya que si lo haces cerca de tu hora de dormir puede que el descanso no sea nada reparador.

Actualmente son muchos los jóvenes que entrenan en las noches, es una buena forma de liberar tensiones corporales y mejorar el estado de ánimo, siendo la forma ideal para relajarte y sentirte bien, sin importar que tan atareado haya estado tu día.

Ahora que sabes cómo es entrenar en cada uno de estos tres momentos del día, puedes elegir el que mejor te convenga, la idea es que encaje bien con tu horario y no interfiera con tu trabajo. Recuerda que el entrenamiento es una actividad que te regalas diariamente y una forma de mejorar tu calidad de vida y tu físico.

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