La Secretaría de Cultura exigió a la marcas una explicación en la que aclaren «con qué fundamentos se privatiza una propiedad colectiva»
La Secretaría de Cultura de México pidió una explicación pública a las marcas Zara, Anthropologie y Patowl, pues las acusa de «apropiación cultural indebida» de diseños textiles originarios de comunidades indigenas mixtecas de Oaxaca.
A través de un comunicado, el organismo gubernamental señaló que se trata de «un principio de consideración ética que, local y globalmente, obliga a hacer un llamado de atención». En dicho texto, la Secretaría también solicita que las firmas detallen cómo será retribuidas las comunidades creadoras de los diseños por el uso de los mismos.
El órgano también extiende una invitación para «desarrollar un trabajo respetuoso con las comunidades indígenas, dentro de un marco ético que no socave la identidad y la economía de los pueblos y siempre en apego a un comercio justo».
Las prendas de la discordia
Cada firma fue señalada por apropiación en distintos diseños a la venta. En el caso de Zara, la pieza reclamada es un vestido midi de escote pico y manga corta. Detalle de bordados combinados a contraste. Cinturón lazada en mismo tejido. Bajo con aberturas laterales.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, esta prenda toma elementos de la cultura mixteca, del municipio de San Juan Colorado, Oaxaca, donde el huipil tradicional forma parte de la identidad de las mujeres, quienes elaboran cada lienzo desde las materias primas y a tejen en telar de cintura.
Por su parte, la marca Anthropologie ofrece la pieza «Pantalones cortos bordados Marka, de Daily Practice by Anthropologie», perteneciente a la colección «Daily Practice by Anthropologie», donde se identifican elementos distintivos y característicos de la cultura e identidad del pueblo mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
Mientras que en la colección «TOPS», de la empresa Patowl, se identificaron diversas camisetas estampadas, en las que se observa una copia fiel de la indumentaria tradicional del pueblo indígena zapoteco de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca.
Esta no es la primera vez que el Gobierno mexicano toma acciones para proteger el patrimonio cultural del país en materia de textiles. Otras marcas como Zimmermann, Isabel Marant y Carolina Herrera también se han visto envueltas en discusiones sobre apropiación cultural y plagio.