A pesar de que el trabajo desde casa crece como tendencia, aún muchos empleados no se acostumbran a ello y no encuentran el momento o espacios ideales para ejercer sus deberes. La familia y los miles de pendientes en el trabajo son grandes responsabilidades que se deben equilibrar perfectamente para evitar conflictos. ¿Te has preguntado cómo lidiar con eso sin morir en el intento?
Hablemos de Home
Disponer de un espacio determinado de trabajo nos permite también diferenciar la faceta profesional de la personal, especialmente cuando trabajamos en casa y más aún cuando la compartimos con más personas.
Al estar todos bajo un mismo techo, la familia no suele distinguir cuando una persona que está trabajando y creen que está disponible para realizar actividades con ellos, por lo que resultan un distractor que impide la concentración y que deriva en la productividad. Si te pasa esto, es importante que establezcas con tus seres queridos que home office no es descanso o vacaciones.
Hablemos de Office
Al igual que acostumbramos a establecer una rutina en las jornadas de oficina, es importante hacerlo también cuando realizamos trabajo en casa. Cumplir un horario determinado y organizar las tareas diarias facilita, por un lado, la productividad y, por el otro, evita el peligro de estar conectado todo el día.
Es común que el empleador siempre busque un empleado que trabaje todo el tiempo; sin embrago, al estar todo el día en casa, el horario suele extenderse porque se pierde la noción del tiempo. Una solución es poner alarmas de entrada y salida en el smartphone y llevar un listado de actividades a cumplir para no descuidar el trabajo, por tampoco extenderse más allá del lapso establecido en el horario laboral.
Por último, hablemos de Home Office
Aunque la tecnología no suele ser la principal barrera para el trabajo desde casa. Por el contrario, cuando hablamos de conectividad, nos referimos a algo que puede llegar a ser un problema serio.
La velocidad de la red no es la misma que se tiene en los centros de trabajo, por lo que en algunos hogares la conectividad resulta mucho más compleja y esto deriva en un impacto en la complejidad de las actividades. Las compañías de telecomunicaciones están obligadas a operar al ser indispensables para la sociedad, pero lógicamente sus actividades se ven más lentas por el incremento de solicitudes ante la crisis sanitaria. Para anticiparte y evitar regaños innecesarios, intenta comentar con tu proveedor de servicios las actividades que realizar para que te ofrezca la mejor alternativa.
De la misma manera, las computadoras y demás equipo no son de la misma calidad del que se tiene en las oficinas. Pocas personas pueden tener un equipo de última generación ya que los costos son enormes, lo que también complica el acceso a herramientas con las que generalmente se desarrollan las actividades. Se puede solicitar equipo adecuado a la empresa, con el firme compromiso de mantenerlo en casa con responsabilidad.
Esto sólo es un poco de lo que se llega a vivir cuando se trabaja desde el hogar y no estamos exentos de que, a pesar de todas nuestras acciones, siempre salga algún imprevisto. Lo importante es tomar las cosas con calma y cuidar los detalles que estén en nuestras manos. ¡Sí se puede!
►TE PUEDE INTERESAR► Retos y beneficios de la Ley de home office
Te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
