Por Ivette Estrada presentaciones
Presentar ideas de manera efectiva es una habilidad crucial en todas las profesiones. Puede catapultar la reputación o generar descrédito en los conocimientos y habilidades que cada uno posee. Presentaciones
Sin embargo, aunque armar una buena presentación de negocios es una herramienta estratégica para convencer y ascender en el organigrama empresarial, la mayoría de profesionistas ·improvisa· y confía en su instinto. Por supuesto, esto conduce a presentaciones deficientes.
Existen tres recomendaciones para lograr una presentación exitosa
El punto número uno es dedicar tiempo a prepararse. Esto inicia desde que se programa la presentación. La pregunta clave es ¿Qué debo transmitir y a quién?
Es decir, identificar objetivos y clarificar tipo de audiencia. Con estos elementos se debe generar una narrativa convincente, clara, con un orden lógico y a la que se le pueda agregar una anécdota personal y alejarse de los estereotipos y clichés: conformar una narrativa memorable y única.
Se debe recopilar información, ordenarla y pensar en las citas que podrían persuadir a las partes interesadas.
Algo esencial es determinar los puntos clave que pueden implementarse para apoyar el objetivo. (Dato histórico, resultado de un estudio, análisis de mercado, comparativo de rendimiento…) Cuando ya se tienen todos los elementos conviene ordenar lo que se divulgará primero, en medio y al final.
Entonces se debe indagar: ¿qué es lo más interesante que les voy a compartir? Eso debe ser parte del inicio, pero también conformará el remate. Es como se formulan las historias relevantes.
Vale mencionar que aunque nos apasionen análisis complejos, Big Data y herramientas de inteligencia Artificial, por ejemplo, las páginas llenas de números no se logran entender bien y la gente pierde interés. Se deben simplificar resultados. Las mejores presentaciones son aquellas que logran “conectar” con la audiencia.
El segundo paso es respaldar la historia. Es decir, ¿Qué hay detrás de una conclusión o hipótesis? Es conveniente avalar todo renglón a renglón.
Debe haber datos para respaldar cada uno de los puntos principales, pero también un punto principal para cada dato. Sin embargo, se elegirán sólo los más relevantes e impactantes para no sobrecargar la presentación y crear confusión o aburrimiento.
El tercer punto es mantener un lenguaje simple y relacionable. Para obtener el apoyo de la gente para una idea debemos ser muy sencillos. Debe ser un lenguaje que todos comprendan para lograr convencerlos.
Y tan tan: esa es la receta de una presentación impactante. Consta de preparación, respaldo y sencillez. Para facilitar la tarea se pueden emplear tarjetas de trabajo con cada punto a tratar y después acomodarlas con el orden que se dará a la presentación. Esa es la manera en la que se elaboran más fácilmente los libros e informes complejos, por ejemplo. Se usa una caja de cartón como archivero de la información para no perder datos importantes.
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